Ingeniería
Las Cavenes y el Centro de Interpretación de la Minería Romana del Oro en El Cabaco
En la localidad salmantina de El Cabaco son aún apreciables los restos de una explotación minera romana de extracción de oro, un metal imprescindible para el Imperio romano. El oro constituía la base del sistema monetario que había instaurado el emperador Augusto (27 a.C.-14 d.C.); la moneda con la que el Estado pagaba todas las obras públicas y se financiaba al ejército por todo el imperio era el aureus, por lo que la obtención de oro fue una actividad estratégica para los gestores romanos.
En el siglo I el Imperio puso en funcionamiento con distintos sistemas de trabajo numerosas explotaciones mineras en el noroeste peninsular, entre ellas la de Las Cavenes, para satisfacer esa necesidad de oro, manteniéndolas en uso, de forma generalizada, durante algo más de un siglo. Fue a finales del siglo II, tras diversos cambios en el Imperio y el fin del sistema monetario creado por Augusto, cuando las actividades extractivas decayeron y la explotación de Las Cavenes se abandonó.
En este lugar, como en otros enclaves mineros romanos, en realidad el Imperio continuó, aunque con técnicas mucho más avanzadas, con una actividad que ya existía desde hacía siglos, puesto que los pueblos prerromanos del noroeste también explotaron el oro sobre todo para la fabricación de joyas.
La visita al lugar arqueológico puede comenzar con el Centro de Interpretación de la Minería del Oro que se encuentra en una edificación nueva en las afueras de la localidad. Se trata de un pequeño centro expositivo en el que el visitante a través de distintos elementos gráficos, maquetas y audiovisuales puede comprender cómo se producía la extracción del oro en las minas romanas y la técnica particular utilizada Las Cavenes. Se incide especialmente en cómo la explotación minera ha marcado el paisaje que puede hoy verse en la zona, donde es visible la huella de la explotación romana. Cuenta con reproducciones de herramientas y utensilios empleados por los romanos en las tareas de extracción del oro, piezas arqueológicas y juegos interactivos destinados al público infantil.
El siguiente paso para completar la visita es recorrer el yacimiento arqueológico. Éste cuenta con un recorrido bien señalizado de unos 2 km y de fácil seguimiento (se invierten unos 40 minutos en recorrerlo) en el que se explica con paneles divulgativos todo el proceso de extracción del mineral.
En Las Cavenes el sistema de extracción del oro fue muy distinto al de Las Médulas; aquí el sistema utilizado fue el de “surcos convergentes”, mediante el lavado sistemático del oro. La información del recorrido versa sobre cómo se captaba la gran cantidad de agua necesaria en el proceso. Procedía de los manantiales del norte de la Sierra de Francia y una vez trasladada por pequeños canales hasta la zona de extracción, se almacenaba en cisternas hasta que era usada. En su recorrido, el visitante puede apreciar los canales como suaves líneas que aún se marcan en el paisaje y los muros de contención de los depósitos.
Más adelante, se continúa explicando cómo se lavaba el material extraído para separar el oro de la tierra, dejando caer el agua con fuerza sobre la tierra extraída. Ésta iba a parar a unos canales abiertos de madera, en cuyo fondo se depositaba la tierra y por gravedad el oro se separaba del resto, y se pegaba a las ramas resinosas de brezo que se habían colocado en el fondo de los canales; el siguiente paso era quemar esas ramas y pasar las cenizas por bateas, en las que se separaban finalmente los fragmentos de oro. Finalmente se cuenta en el recorrido cómo se trasladaba toda la tierra extraída mediante otros canales para dejar espacio libre y poder continuar con las tareas mineras.