El Campamento y la ciudad de Petavonium

A las afueras de esta localidad zamorana, atravesado por la carretera ZA-110 entre Camarzana de Tera y La Bañeza, nos encontramos con las estructuras visitables de un campamento militar romano utilizado durante la conquista de esta zona y que permaneció ocupado algunos siglos después para controlar el territorio.  

Con motivo de los enfrentarse y pacificar a los pueblos del noroeste de la península, que era la única zona que quedaba por dominar, el emperador Augusto mandó movilizar a numerosas legiones hasta este territorio. Este conflicto, que se conoce como las Guerras Cántabras, se desarrolló entre los años 29 y 19 a.C.

Una de esas legiones fue la llamada Legio X Gemina, que construyó su campamento en la vega el río Vidriales, entre las localidades de Santibañez y Rosinos de Vidriales, ocupando una extensión de unas 15 Ha. Desde esta fortificación, un contingente de 5.000 legionarios vigilaba los movimientos de los pueblos astures (en el entorno del campamento se encontraban varios grandes castros indígenas) así como el transporte de oro de Las Médulas, entre otras minas.

Este cuerpo militar abandonó el lugar algo antes del 70 d. C. En época de Vespasiano se reorganizó la distribución militar de Hispania, por lo que una parte del campamento fue reutilizada por otro cuerpo militar menor; se trataba de un ala de caballería, conocida como Ala II Flavia Hispanorum Civium Romanorum, compuesta por unos 500 ciudadanos hispanos que ocuparían el mismo espacio, adaptándolo a un recinto de unas 4,5 Has en el que permanecerían hasta el siglo III.

Con el tiempo, entorno del campamento fue surgiendo un asentamiento civil estable (una cannaba), con su centro en los  alrededores de la actual ermita de Nuestra Señora del Campo, que dispuso de una zona con termas públicas y un templo dedicado a Hércules, continuando su existencia durante los siglos IV y V. El texto del Itinerario de Antonino, que recoge las vías y caminos del imperio en la época del Bajo Imperio, menciona este núcleo con el nombre de Petavonium, con el que ha pasado el yacimiento a la posteridad.

Se han realizado numerosas excavaciones arqueológicas que han continuado con cuantiosas publicaciones sobre los hallazgos. Algunas de las estructuras defensivas del campamento menor, el construido por el Ala II Flavia, han sido recreadas para poder tener una visión más clara del espacio que ocupaba y de su organización. El visitante puede ver el foso y parte de la muralla, así como la Puerta Decumana flanqueada con dos torres y las otras cuatro torres de las esquinas.

Además, en el interior se muestra la cisterna, para el abastecimiento de agua a las tropas, acondicionada tras su excavación arqueológica y protegida con una cubierta.

Visita especial merecen las estructuras excavadas que correspondían a las habitaciones de los oficiales, con estancias que se abrían a una calle porticada, con almacenes, cocinas y dormitorios. Se observan desde un mirador situado en altura que, al igual que el resto de las reconstrucciones, se ha realizado en madera.

Todos los restos pueden comprenderse fácilmente gracias a numerosos paneles informativos muy didácticos que van jalonando el recorrido.

La visita al yacimiento se completa con el Centro de Interpretación de los Campamentos Romanos que se sitúa en la localidad de Santibáñez de Vidriales. Ofrece al visitante, con un enfoque muy didáctico, información sobre los campamentos militares romanos en general, con especial atención al de Petavonium. Se han recreado varias de las dependencias de este tipo de yacimientos para que facilitar la comprensión de la vida cotidiana dentro de una unidad del ejército romano. También puede visitarse, junto al Centro de Interpretación, un pequeño museo local que contiene piezas originales procedentes de hallazgos en el yacimiento y donaciones de particulares de la zona.

Un atractivo para el visitante es el Mercado astur-romano que se celebra cada agosto en la localidad de Santibañez de Vidriales, en el que se ofrecen reproducciones de objetos procedentes del campamento, además de espectáculos de malabares y gastronomía. Esos días la entrada al campamento y al Centro de interpretación es gratuita.