Clonfluenta (Duratón)

En el yacimiento arqueológico de Los Mercados, próximo a las localidades de Duratón y Sepúlveda, se encuentran los restos de un asentamiento romano que algunos autores han identificado con Confluenta (o también Confloenta o Confluentia), una urbe romana fundada en el siglo I a. C. con la intención de controlar el territorio y que ya en el siglo I d. C. obtuvo la categoría de municipio, lo que indica su importancia. Esta ciudad romana está citada únicamente por un autor clásico, el griego Ptolomeo en el siglo II, como ciudad Arévaca.

Se interpreta que es una fundación romana de nueva planta para reestructurar el territorio, reuniendo a habitantes de los poblados fortificados del entorno en un único asentamiento en llano, en la confluencia de dos ríos y de varias vías pecuarias, una vez conquistado el principal núcleo de la zona, Sepúlveda, hacia el 98 a.C.

Las excavaciones arqueológicas que se llevan realizando desde 2016 han sacado a la luz diversos edificios de planta cuadrangular pertenecientes a un barrio residencial con un sistema de cloacas subterráneo que conserva aún las tuberías de plomo, así como una gran rampa de entrada a la ciudad. Destaca una de las viviendas por tener pavimento de mosaico y una estancia rematada en ábside.

También se ha descubierto un complejo termal, conocido como Termas del sur que parecen tener una extensión de unos 2000 m2 de los que se han excavado hasta la fecha menos de la cuarta parte. Estas instalaciones se utilizaron desde el siglo II hasta el IV. Se organizaban en torno a un gran pasillo, al que se abrían estancias de gran tamaño dedicadas al baño, así como la palestra (gimnasio) de grandes dimensiones y un pórtico que rodeaba una de las piscinas.

Una de las estructuras más destacadas es la que se ha identificado como el macelum (mercado) de planta cuadrada y unas dimensiones de 150 m de lado. Fue construido en los siglos I o II d. C. y se piensa que pudo haber servido como lugar de compra-venta de ganado (forum pecuarium-campus).

Los estudios revelan que se trata de un núcleo con una planificación regular organizado en torno a ejes, como es característicos de las fundaciones romanas del siglo I a.C.; se sabe que permaneció ocupado al menos hasta el siglo VII, aunque desde el V sería poco más que una aldea.

Las investigaciones han deparado notables evidencias arqueológicas, estructuras construidas urbanas, edificios públicos, restos escultóricos, textos escritos en piedra y bronce, testimonios numismáticos, etc. que muestran soluciones urbanísticas, arquitectónicas y ornamentales habituales en las ciudades romanas de entidad y que alcanzaron un estatuto privilegiado en el valle del Duero, como Tiermes o Uxama.

El yacimiento aún no está acondicionado y musealizado por lo que su visita no puede realizarse excepto en verano, coincidiendo con las campañas de excavación arqueológicas, durante las que sus investigadores organizan numerosas visitas guiadas. Proponen un recorrido por los restos excavados y explican su funcionalidad, así como cronología y elementos más relevantes.